La presencia de vómitos persistentes, obstrucción intestinal, infección generalizada con fiebre alta o estado de shock, hace aconsejable utilizar la vía intravenosa, en un establecimiento asistencial como medio de rehidratación rápida. La terapia de rehidratación oral, en lo posible, debe iniciarse apenas se manifiesten los síntomas de la diarrea. Puede presentarse vómitos durante la primera o segunda hora de la administración de la solución, lo que no impide el buen resultado de la terapia. Para reducirlos, es conveniente esperar 5 a 10 minutos y dar la solución lentamente en pequeños sorbos o cucharaditas, a intervalos cortos. En el lactante y niños menores, el hecho de tomar esta solución rehidratante, no debe impedir su alimentación normal.
No tome este medicamento por más de 3 días sin un control médico; si los síntomas persisten o empeoran debe consultar al médico.
– Presencia de otras enfermedades: Informe al médico o al farmacéutico si padece de alguna enfermedad permanente (presión alta, diabetes, alergias, problemas hepáticos o renales).
– Precauciones especiales: Niños: Se debe tener presente que los lactantes y niños menores, por su mayor superficie corporal relacionada al peso y su metabolismo acelerado, requieren 2 veces más agua por kg de peso que los adultos. Si la diarrea persiste, se debe hacer examinar por un médico para determinar la causa y su tratamiento específico. En la medida de lo posible, no suspender la alimentación durante el tratamiento. La restitución de la alimentación materna y/o de otros tipos de leche en los niños lactantes es esencial para cumplir con los requerimientos diarios normales de líquido y, también, para el mantenimiento de una adecuada nutrición.
Debe administrarse con precaución en diabéticos, debido a su contenido de glucosa.